El amor entra por los ojos o cubierta del libro

 

"El amor entra por los ojos", decía mi madre refiriéndose a que un platillo antes de saber bien debe verse apetitoso. El mismo razonamiento aplica también para los bienes raíces; es decir, un inmueble antes que ser cómodo y acogedor debe ser luminoso. Y también para los utensilios, los adornos, las vestimentas y casi cualquier cosa que adquiramos; antes que ser útiles y asequibles deben ser atractivos. Diseñar entonces la portada del libro al que acabamos de estampar la palabra FIN es tan importante como escribir su sinopsis y preparar el plan de mercadotecnia. La portada será la seducción que enamore primero a los potenciales lectores. Yo recomiendo consultar a un diseñador profesional, alguien con buen gusto que comparta nuestras predilecciones, una persona técnica con destreza en proyectos gráficos; será aún mejor si se trata de un diseñador web. Si como yo, el lector de este cuento gusta de crear por sí solo todos los elementos de la obra, entonces le recomiendo seguir leyendo.

 

Primero es necesario delinear un boceto de cómo pretendemos luzca nuestra portada. Si llevará imágenes, habrá que obtenerlas creándolas o adquiriéndolas de alguno de los bancos de fotografías disponibles en internet. También es posible tomarlas prestadas, dando crédito al autor de la imagen, cuando éstas se encuentren bajo la licencia Common Creative. Yo utilizo shutterstock.com y dreamstime.com y también wikimedia commons.

 

Antes de emprender el juego de acomodar títulos, textos y fotos es necesario aprender cuáles son las especificaciones técnicas que maneja la casa editora que utilizaremos para hacer pública nuestra obra. Yo trabajo con Amazon. Así que debo ajustar mi diseño a 1600 por 2560 pixeles con resolución igual o superior a 300 pixeles por pulgada en formato jpeg o tiff. Las fotografías que tomamos con nuestras cámaras cotidianas tienen resolución de 75 pixeles por pulgada, por lo que es necesario ajustar este parámetro en estas imágenes antes o después de insertarlas en nuestra portada. Cuando tengamos listos todos los componentes de cubierta y contra-cubierta: títulos, sinopsis, imágenes, fondos entonces buscaremos el arreglo de ellos dentro del marco determinado por las dimensiones del libro. Alcanzada la satisfacción en el aspecto de nuestro trabajo, habremos de verificar que el peso o tamaño del archivo esté dentro del rango manejado por la casa editora. En el caso de Amazon este valor es menor a 50 megabytes. Finalmente es necesario armar el libro dentro de la herramienta proporcionada por la casa editora. En mi caso personal, y a pesar de todas las matemáticas pertinentes aplicadas, me ocurre con frecuencia que el tamaño de la portada resulta diferente al tamaño del libro. Así que acabo ajustando por el método de prueba y error hasta conseguir el resultado que pretendo. Mismo método que utilizo para lograr que la portada muestre todo el amor que invertí al escribir la obra.