Durante los siglos XI y XII de la era del Señor. La secta cristiana conocida como los cátaros se esparció por toda Europa. Alcanzó su mayor influencia en la región de Languedoc. Felipe II de Francia y el papa Inocencio III acordaron eliminar, de una vez y para siempre, las inconveniencias de esta herejía. En el año de 1208 se realizaron los preparativos y la primera batalla ocurrió el 21 de julio de 1209. En este histórico escenario, Pierre Leclerq, pretendiendo huir de sus penas, remordimientos, pecados e incluso de sí mismo, viaja al sur de Francia en búsqueda de los cátaros y de una anhelada absolución. Los eventos de la época medieval y la novela confluyen para dar vida a esta bella historia en la que personajes reales y ficticios nos hacen vivir un trepidante y emotivo “Camino a la redención”.

En la Francia medieval, un joven cátaro, deseoso de alcanzar la perfección personal que le permita sentirse calificado para peregrinar ayudando al prójimo con sus escasos conocimientos de medicina, emigra a París. Él se ha enterado que en la gran ciudad junto al Sena ha surgido un nuevo brote de la secta cristiana considerada hereje. Logra hacer contacto con los perfectos cátaros y consigue ser aceptado en la cofradía. Eventos inesperados y trepidantes aventuras convergen para obligarle a modificar su plan original. Los acontecimientos venturosos y también los infortunios convierten la empresa de su vida en un conmovedor desenlace.